Descubre en la miel a tu verdadero aliado
Todos sabemos que la miel es un remedio natural muy presente en el tratamiento de resfriados y alergias,
además de un complemento perfecto para degustar en platos y
postres caseros. En esta entrada de Blog, te contamos los usos que
quizás desconocías de la miel y te invitamos a degustar unos tapas con
miel, que además de estar buenísimas, te sentarán de maravilla.
¿A quién no le han dicho alguna vez eso
de… “si tienes la garganta irritada: miel y limón”? Y es que los
beneficios de consumir miel están documentados en los primeros textos
griegos y romanos y sus cualidades curativas han sido referidas por
filósofos y científicos desde tiempos inmemorables.
La miel es un alimento sano y natural, rico en vitaminas y minerales,
producido por las abejas usando el néctar de las flores mediante un
proceso de regurgitación, para después, almacenarla en panales de cera
dentro de la colmena. Es de ahí, de donde se extrae la miel cruda,
mediante un proceso de elaboración totalmente artesanal para llegar al consumidor sin calentar ni pasteurizar, es decir, de manera totalmente natural.
Pero es que la miel puede actuar de
forma muy beneficiosa para nuestro organismo desde dentro, pero también
desde fuera; y aquí te mostramos algunos ejemplos:
1. Como mascarilla para el rostro debido a sus propiedades hidratantes y antibacterianas.
Este hidratante natural es apto para cualquier tipo de piel eliminando
las impurezas y aportando nutrición a la piel. Es muy práctica en el
caso de las pieles con tendencia acneica. Es suficiente con extender una
fina capa de miel cruda sobre la piel, dejar actuar unos minutos y
retirar con agua tibia. Conseguirás unos resultados espectaculares sin
dañar tu piel.
2. Sus beneficios antibacterianos, antiinflamatorios y cicatrizantes la convierten en un remedio natural para heridas
superficiales o pequeñas quemaduras. Simplemente hay que ponerla sobre
la zona a tratar y dejar que actúe,repitiendo el proceso las veces que
sea necesario.
3. Es un buen remedio natural para la caída del cabello y la caspa.
El cabello es la parte de nuestro cuerpo que más suciedad acumula al
encontrarse más expuesto al medio. Esta suciedad genera microbios en la
raíz, que unidos a la sequedad del cuero cabelludo pueden provocar la
caída del cabello. La miel natural, debido a sus propiedades germinicidas y antioxidantantes,
actúa sobre esto acondicionando el cabello e hidratándolo para prevenir
la aparición de caspa. Solamente tienes que lavarte el pelo con tu
champú habitual. Posteriormente, utiliza la miel, mezclada con un
poquito de agua, como mascarilla, déjala actuar unos minutos y aclara el
cabello.
4. Antídoto contra la resaca. Sí, como lo lees, la miel ayuda a metabolizar el alcohol y eliminarlo de la sangre.
5. La miel como aliado del Deporte.
La miel proporciona energía a tu cuerpo y la glucosa necesaria para
hacer funcionar a tus músculos. Así que ya sabes, dos cucharaditas de
miel antes de hacer ejercicio te ayudarán a mantenerte en forma.
Pero y ¿qué tal si nos beneficiamos de
las propiedades de la miel al tiempo que la degustamos de una forma
original? Te proponemos algunas recetas rápidas para disfrutar de este súper alimento natural.
- Pincho de sobrasada, miel y huevos de codorniz. Calienta el pan, cortado en rebanadas, en el horno o en una tostadora. Después, úntalos con sobrasada, añádeles un chorrito de miel y ponles encima un huevo de codorniz frito.
- Queso curado con miel. Parte unas cuñas de queso curado, rocíalos con un chorrito de miel y espolvorea el plato con un poquito de café molido. Atrévete porque no te dejará indiferente.
- Huevos revueltos con miel y ajo negro. En una sartén pon un poquito de aceite de oliva virgen extra. Pica dos dientes de ajo negro y, cuando el aceite esté caliente, añádelos a la sartén junto con un chorrito de miel. Remueve todo con un tenedor de madera. Posteriormente añade los huevos dándole vueltas sin parar hasta que se cuajen.
- Brochetas de fruta y miel. Corta en trocitos las frutas que más te gusten (fresa, kiwi, naranja, plátano) y ve formando la brocheta con un trocito de fruta, otro de queso fresco. Cuando estén acabadas, rocía el plato con un chorrito de miel.
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