El Molino de Cabañeros: fusión entre gastronomía y naturaleza

En esta nueva entrada de blog nos trasladamos hasta Horcajo de los Montes, un pequeño municipio de cerca de 1.000 habitantes, de la provincia de Ciudad Real, situado en la confluencia del río Rubial. Y lo hacemos para hablaros del Restaurante El Molino de Cabañeros, una alternativa para disfrutar de la auténtica gastronomía manchega y hacerlo, además, en un entorno natural único: el Parque Nacional de Cabañeros, una de las mejores muestras del patrimonio natural español.
Si sois amantes de la gastronomía, estáis en el lugar adecuado para disfrutar de la buena cocina, y es que no hay duda que la gastronomía manchega se encuentra entre las mejores del mundo.
El restaurante El Molino está ubicado en una antigua almazara de aceite y que posteriormente fue rehabilitada para acoger, en la actualidad, un museo y el restaurante, con una decoración y ambiente tan adecuado que te parecerá haber retrocedido casi cien años en el tiempo.

En su carta, se pueden degustar desde auténticos manjares manchegos como el paté casero de ciervo o de perdiz, Gachas de pitos con torreznitos, Perdiz escabechada, Láminas de lomo de orza con patatas machaconas y pimentón o Migas con secreto ibérico y reducción de Pedro Ximenez; hasta la cocina más actual como Cecina de buey a la pimienta con toque de aceite de oliva, Setas Shiitake a la plancha con jamón y ajo crujientes o Lubina a la plancha con bilbaína de gulas.
Es sin duda, una buena opción para disfrutar de los productos de esta tierra castellano manchega y hacerlo, además, en plena conexión con la naturaleza.

Parque Nacional de Cabañeros
El Parque Nacional de Cabañeros se encuentra situado entre las provincias de Ciudad Real y Toledo y, en la actualidad, es uno de los espacios naturales protegidos más importantes de la Península Ibérica debido a su riqueza botánica y faunística, entre las que se encuentran algunas especies en peligro de extinción como el águila imperial.

Con una extensión de 40.856 hectáreas, fue declarado Parque Nacional en 1995, siete años antes, en 1988, ya había sido declarado Parque Natural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Es un paisaje de gran belleza y con grandes contrastes, en el que las grandes llanuras que conservan la vegetación tradicional se mezclan con importantes montañas de encinas, fresnos o alcornoques. En definitiva, un lugar donde practicar senderismo y relajarse al aire libre.

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